Actualizado a 10 de marzo de 2024

La Legión Romana


Guerra, es decir, algo en absoluto hermoso. DONATO, Gramática, IV, 402, 4.
¿Quién podría, Galio, enumerar las recompensas de un servicio militar afortunado? Pues si entro en un cuartel favorable, que la puerta me acoja, recluta asustado como soy, con buena estrella. Y es que más vale nacer con un hado complaciente que si nos recomendase a Marte una carta de Venus o su madre [...]. un ciudadano con toga no tendrá arrestos para aporrearte, es más, si lo aporreas tú, se hará el loco y no tendrá arrestos para enseñar al pretor los dientes que le has arrancado ni el cardenal negro en la cara y la hinchazón amoratada, ni el ojo que le has dejado, del que el médico no arriesga un pronóstico. JUVENAL, Sátiras, XVI, 1-12.
[Augusto] afirmaba que no debía en absoluto entablarse un combate o una guerra sino cuando la esperanza de beneficio era ostensiblemente mayor que el temor a las pérdidas. Decía, en efecto, que los que buscaban un mínimo provecho arriesgando mucho eran semejantes a los que pescaban con un anzuelo de oro, cuya pérdida, si se rompía, ninguna pesca la podía compensar. SUETONIO, Vida de los doce césares, Augusto, 25.

Equipamiento del legionario

A estas palabras siguió un ingente griterío; la caballería hizo una maniobra envolvente mientras la infantería se lanzaba contra el frente del enemigo, y tampoco se vaciló en las alas. Opusieron cierta resistencia los hombres provistos de armadura, ya que sus corazas soportaban el impacto de venablos y espadas; pero los soldados [...] arremetieron contra armaduras y cuerpos. TÁCITO, Anales, III, 46.
Cuando Publio Escipión [Africano] creyó que el número de los suyos que había entrado era ya respetable, envió, según la costumbre de los romanos, a la mayoría contra los de la ciudad [Carthago Nova], con la orden de matar a todo el mundo que encontraran, sin perdonar a nadie, no podían lanzarse a recoger botín hasta oír la señal correspondiente. Creo que la finalidad de ésto era sembrar el pánico. En las ciudades conquistadas por los romanos se pueden ver con frecuencia, no sólo personas descuartizadas, sino perros y otras bestia. POLIBIO, Historias, X, 15.

"Un día en la vida de un soldado romano", de TED.

Tras la batalla [...] el general reúne a las tropas y llama a aquellos que piense que han actuado con especial bravura. Primero alaba sus valientes acciones y después habla de los otros actos recogidos en su historial que se consideren dignos de mención. POLIBIO, Historias, III, 39.
En tiempos de paz los soldados [...] realizan a diario y de manera alterna patrullas nocturnas, guardias de reconocimientos y servicios de vigilancia, y [...] se anotan de forma concisa los nombres de quienes han cumplido su turno. También se toma nota de cuándo recibe alguien un permiso y de cuántos días consta. VEGETIO, Asuntos militares, II, 19.
Dándoles ejemplo de vida militar incluso con su presencia entre los pelotones [Adriano] visitaba a los soldados enfermos en sus alojamientos. Historia Augusta, Vida de Adriano, 10.

"Movimientos de los legionarios" (alternativo).

A veces el general tendría que recorrer la formación y si por azar se encontrara en el ala derecha, debería decir a sus hombres: "Nuestra ala derecha está derrotando a la izquierda de los enemigos", o al revés si se encontrara en la ala izquierda. Debería hacerlo, aunque no fuera verdad, pues en los grandes momentos de crisis es preciso emplear el engaño. Análogamente, si el general enemigo estuviera lejos, en la otra ala u ocupando el centro de la formación, debería gritar: "El general (o el rey o lo que fuera) de los enemigos ha muerto". Y debería gritarlo lo bastante fuerte como para que lo oyeran también los enemigos. ONASANDRO, Estratégico, XXIII, 1.

Carrera militar

Había en esta legión dos centuriones excepcionalmente valientes [...]. Tito Pidón y Lucio Voreno. Constantemente discutían entre sí por ver cuál sería antepuesto al otro. JULIO CÉSAR, La Guerra de las Galias, V, 44.
[Marco Porcio Catón Liciniano] Se dio cuenta de que su espada se había desprendido de la vaina y, temiendo caer en desgracia, volvió a lanzarse contra el enemigo. Aunque fue herido varias veces, terminó por recuperar la espada y volver con sus compañeros. FRONTINO, Estratagemas, IV, 5 , 1 7.
Uno de los jinetes fue sacado de la batalla tras haber sufrido una herida grave. Se lo llevaron a la tienda del médico para que lo curaran, pero le dijeron que la herida era mortal. Tras descubrirlo, como el impacto de la herida aún no le había afectado, se apresuró a volver al campo de batalla, donde murió tras haber realizado actos de gran valor. DIÓN CASIO, Historia, 68, 14, 2.

Estructura de la legion romana from mipasquau

Ejército romano por Legiones Romanas.comWikipedia, HistoriaLago, Legio VII Claudia, HistoriaViva, Antesteria
Ingeniería militar por Bezmiliana
GOSCINNY, R. y UDERZO, A. (1966): Asterix legionario.
CONNOLLY, P. (1981): Las legiones romanas.
MATYSZAK, P. (2010): Legionario: el manual (no oficial) del soldado romano.
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SUBIRATS, CH. (2013): El ceremonial militar romano.
Spurius Lingustinus, el soldado más laureado de Roma por El reto histórico.
GLOSARIO de conceptos de la Unidad 06 de Cultura Clásica.